
por: Graciela González-Franco López
Tenemos que aprender a vivir más simplemente,
para que los otros, simplemente, puedan vivir.
Mahatma Gandhi
La Tierra, aún en el límite, es muy generosa. De ella surgimos y a ella volvemos. Tenemos que dejar de ver con ojos ciegos y comenzar a observar con ojos llenos de gratitud y consciencia.
Soy consciente del planeta en el que vivo, y me rompe el corazón pensar que formo parte de una sociedad ajena a él. Uso la palabra ajena porque hemos dejado de vincularnos con el viento, el sol, la luna, la tierra, el mar, los ríos, los animales y tristemente incluso con nosotros mismos. Somos parte de un universo, formamos parte de un misterio que merece ser respetado, debemos reconocer que en medio de la magnífica diversidad de culturas y formas de vida, somos una familia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común.
Nuestro hogar está vivo, como una unidad singular de vida, y por lo mismo debe tener derechos y ser respetado. Creo que la cultura de respeto y cuidado a la Tierra se ha expandido desde una base muy poco solidaria; no deberíamos cuidar a la Tierra porque dependemos de ella, sino más bien por lo maravillosa que es.
Nuestras circunstancias como humanidad nos impiden responder a muchos errores, somos demasiados y no todos están preocupados, hemos entrado en un proceso de crisis planetaria, los recursos son escasos y limitados, vivir en el planeta de manera armoniosa es complicado, sin embargo, estoy segura de que un primer paso es alentar nuestra convicción y esperanza de que es posible otra relación con la Tierra, más armoniosa con sus ciclos y más respetuosa con sus límites.
Me llena de ilusión saber que existen más humanos dispuestos a compartir amplitudes y ojos observadores. Mediante un esfuerzo coordinado por parte de la sociedad y apoyado por el gobierno, de más de 20 años, los seres humanos estamos intentando accionar para tomar conciencia para preservar la Tierra, or lo que surge; la Carta de la Tierra. Es importante unirse a esta sociedad global sostenible fundada en el respeto hacia la naturaleza, los derechos humanos universales, la justicia económica y la cultura de paz.
Así mediante más personas seamos, más podremos demostrar nuestra gratitud y respeto a Gaia.